lunes, 25 de mayo de 2009

Mr. Belbeder



Eszcheva

Telarañas, polvo y algún simpático ratoncillo son mi única compañía. El silencio resuena en mi interior, roto por las voces de extraños que se acercan a explorar los alrededores, mi aspecto es de color amarillento, con las grietas características de la vejez, nadie me pinta o me viste con vivos colores, como hacían mis últimos inquilinos, una pareja, con los que conviví durante décadas, cuando el murió, ella se mudo a una residencia.
De eso hace tanto tiempo que ya no puedo recordar cuando se vaciaron las habitaciones y paredes, quedando solo un viejo cuadro, que nunca me gusto.
He observado incrédula como calidos caminos de arena con árboles esbeltos se convertían en carreteras ruidosas, bloques de cemento, que parecen panales mas que verdaderos hogares, sustituyen a hermosos caserones donde podías disfrutar de las estrellas sentado en el porche. No se ven niños correteando en el campo sino las estresantes aglomeraciones del centro comercial, construido encima de un fértil huerto, que desprendía un aroma frutal.
Es temprano, oigo ruidos, son esas maquinas que derribaron a mi vecina, tiemblo, vienen por mi, son enormes, sus dientes de metal arrancan trozos de mi cuerpo, sin piedad, sin importa mi historia, si pudiera hablar, gritar todo lo que he vivido.
Hablan del futuro, de casas de lujo, no entiendo que dicen, yo solo he visto la desaparición de los valores que antaño eran importantes.
¿Evolución es sinónimo de destrucción? La respuesta no llega y me desplomo lentamente.
Muero y caeré en el olvido.

Francisco Molinero

Observaron con preocupación la superficie mientras el Núcleo registraba los detalles que le transmitían, para que el sistema subconsciente intentara encontrar una solución.
Hasta que lograron llegar a la fase de madurez, eones atrás, habían tenido que hacer frente a muchos problemas. Pero los únicos recuerdos de algo similar los habían encontrado en las estructuras cristalinas de memoria, de los tiempos en los que sólo algunas Partes del Todo eran conscientes de serlo. Y aún así quedaba claro que el problema había sido la lentitud adaptativa de algunas de aquellas Partes, no una resistencia consciente.
Pero lo que sucedía ahora era distinto. Aquello –no Parte– actuaba de forma brutal contra todas sus Partes y desdeñaba todos los intentos de comunicación que intentaban. Apagaba la consciencia de las Partes autónomas, provocando dolor como nunca habían sufrido. Desgarraba los tejidos de las Partes transformadoras, interrumpiendo sus procesos, y exhalaba a las Partes gaseosas sustancias nocivas y extrañas. Incluso llegaba a desgarrar las entrañas de las Partes sustentadoras, dañando muchos de los bancos minerales de memoria que se repartían a lo largo de su superficie.
Las Partes autónomas se mantenía alejadas de aquellas cosas bípedas, de aspecto frágil y extraña piel blanca, y de sus acompañantes metálicos, observando la destrucción. El núcleo por fin había obtenido una respuesta: agresividad. Todo debía cambiar, adaptarse a la nueva situación. El cambio iba a ser traumático. Todo agresivo no querría volver a ser reactivo. Todo no podría -querría- parar hasta ser Único. Todo comenzó a cambiar.

Mi otro yo

¡Hm!, que hermoso espectáculo. Nací cuando el mundo aún era joven, he conocido épocas grandiosas, otras deprimentes, he poseído inmensas riquezas y vivido en la más absoluta miseria y ahora, al fin, ha llegado el momento que llevo esperando décadas, quizás siglos. Hoy... veo morir al Mundo, esa bola de tierra, fuego y agua que tanta vida ha albergado y a tantas especies a protegido y alimentado, sin importarle el desprecio de éstos hacia ella. Hoy... por fin, se venga de todos nosotros, aplastándonos, engulléndonos, quizás para que veamos, antes de morir, en que la hemos convertido.

Desde aquí, sentado en la cima de una gran montaña, observo lo que deben ser ciudades envueltas en llamas, sumidas en el caos, incluso alcanzo a oír los gritos y llantos de aquellos desgraciados que se aferran a la vida. Mientras espero mi momento, tranquilo, me sumerjo en las mismas preguntas que siempre me he hecho, ¿cómo hemos podido dejar que esos mal nacidos nos hicieran esto, que lo controlaran todo?, teníamos el poder y no supimos utilizarlo. Quizás fue cobardía o simplemente su continua represión acabó por eliminar toda esperanza, nos hizo sentir miedo, sentirnos débiles, sus mentiras consiguieron engañar nuestras mentes sin que nosotros lo supiéramos. Ahora ya da igual. Hoy, por fin, vosotros sois los cobardes, vuestro miedo a la muerte os impide pensar, sin embargo, los que entendemos estas palabras por que siempre las hemos llevado dentro, estamos tranquilos, felices, esperando nuestro golpe de gracia........... habéis perdido.

lunes, 18 de mayo de 2009

Presentació de la primera ronda

Avui ja s'han presentat les obres per al campionat, aviat les publicarem per a que tothom les puga llegir.
Es podrà votar les obres amb uns valors de 1-5 enviant un mail a la direcció csalaquimera(at)gmail.com.