miércoles, 24 de junio de 2009

Andre V.L.

Archivo encontrado el año 60, perteneciente a la epoca desconocida.


El sol está saliendo, la luz entra por las grietas de la pared. Casi me he acostumbrado al silencio y la soledad de este nuevo mundo, no sé cuánto tiempo llevo aquí, hace mucho que deje de contar los días, con la compañía de este cuaderno donde describo mi vida, no sé si por la esperanza de que algún día lo lea alguien o por la necesidad de tener consciencia de mi propia vida.
De noche tengo pesadillas con lo que fue un infierno que pensé no terminaría nunca, el fuego recorría las calles, los edificios se derrumbaban, mientras corría sin dirección fija oía los gritos y llantos de los que aterrorizados asumían que era el final. Yo no era consciente de mi propio miedo, solo corría corría con una fuerza y resistencia antes inexistente en mi. Llegue a lo alto de una montaña, donde encontré una pequeña cueva, el primer día todo eran reflejos del fuego, el segundo se produjo un diluvio, la mañana del tercer día, al despertar solo se apreciaba un silencio absoluto, el cansancio había vencido, sumiéndome en un sueño extrañamente reparador, decidí salir, mire en todas direcciones , todo se había convertido en una selva gigante, donde antes habían fincas, ahora crecían arboles enormes, era como si la naturaleza hubiera decidido revelarse. Me sorprendí por que esperaba encontrar un paisaje desolador, con gente llorando entre los escombros pero el paisaje que se descubría ante mis ojos era precioso, no quedaba rastro alguno de civilización, baje para ver si encontraba algún superviviente, no encontré a nadie, estaba rodeada de arboles repletos de frutos, plantas y flores de aromas y colores que jamás antes había visto.
Paso los días, paseando en busca de otro superviviente, leyendo una y otra vez los libros que por casualidad llevaba encima junto a este cuaderno, y que por suerte no abandone en mi huida, cada día me pregunto por qué yo sobreviví, se que tiene algo que ver con esta cueva, la encontré, sin saber que estaba aquí, sin buscarla, pero sé que eso me salvo de alguna manera. Ahora es mi hogar.
Me ruge el estomago, eso quiere decir que es hora de comer, por hoy he escrito bastante, tengo que reservar papel, no sé cuánto tiempo más estaré aquí o cuanto durara mi soledad. Espero no ser el unico.

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